La dictadura lingüística de Armengol: fuga de médicos y un 70% de suspensos en los celadores
La dictadura lingüística del Govern balear que comparten los socialistas del PSIB-PSOE y sus socios de tripartito, los nacionalistas de Més y Podemos en Baleares, está provocando un éxodo de médicos. El ‘decretazo’ aprobado por la presidenta Francina Armengol y que impone el catalán a los funcionarios de la Sanidad pública (deben acreditar una titulación del nivel B2 de esta lengua autonómica) ya cifra sus primeros resultados: ha hecho que decenas de especialistas estén marchándose a otras comunidades y que de 117 administrativos que se han examinado haya suspendido el 70%.
El Sindicato Médico de Baleares (Simebal), uno de los dos mayoritarios, confirma una veintena de abandonos que ya han tenido lugar en hospitales y clínicas de las islas. Pero hay decenas de especialistas médicos que están buscando o en espera de un traslado desde que el Govern demarró en su política lingüística pancatalanista. El último en hacerlo ha sido el coordinador en la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico en el hospital de Son Espases (Palma de Mallorca). Antes, y como ya adelantó OKDIARIO, lo hizo una otorrinolaringóloga también en Mallorca.
Hace dos semanas se celebró la convocatoria extraordinaria que la Escola Balear d’Administració Pública convocó para que 210 profesionales sanitarios de todo Baleares pudieran conseguir los títulos de catalán del nivel B1 y B2 que socialistas y nacionalistas exigen. Son los requisitos que el Govern ha implantado en su política de dictadura lingüística.
Al examen se presentaron 117 personas que tuvieron que acreditar una asistencia mínima del 80% a los cursos de formación de catalán organizados entre los meses de octubre de 2017 y enero de 2018. De ellas, 28 personas se presentaron al B1 y sólo siete han logrado el aprobado, mientras que de las 89 personas que se presentaron al B2 solo 23 consiguieron salvar la prueba. Particularmente grave es el caso de Ibiza y Formentera, en las que sumando sanitarios y administrativos, sólo aprobaron 4 de un total de 23 trabajadores.
El CSIF, el otro gran sindicato mayoritario que se opuso al ‘decretazo’ de dictadura lingüística junto con Simebal (UGT se abstuvo), recuerda que esta norma hace diferencias entre personal sanitario y celadores y administrativos. Así, mientras los primeros cuentan con una moratoria de dos años para presentar el título en caso de acudir a una oposición, los administrativos deben acreditar ya el nivel de catalán exigido para poder hacerlo.Y el 21 de mayo se acaba el plazo para inscribirse.
Entretanto, el gobierno balear niega que haya esa fuga «porque movimientos, los ha habido siempre» según declaraba este viernes el director general del Servicio de Salud, Juli Fuster. Por su parte, la consellera de Salud, Patricia Gómez (PSIB-PSOE), también rechaza el que exista un efecto disuasorio por la imposición del catalán aunque reconocía este miércoles su preocupación por la falta de médicos en todas las islas.
La consellera socialista citaba concretamente las especialidades de aparato digestivo, radiología, anestesia, pediatría y medicina de familia . Un ejemplo: en Menorca llevan dos años sin especialista en cáncer, lo que ha provocado que el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Colon esté paralizado.